Un nuevo estudio global analizó más de 2.600 registros cerebrales y descubrió algo sorprendente: incluso en las fases más profundas del sueño, el cerebro mantiene una especie de “vigilia interior”.
Nuestra mente, literalmente, nunca se apaga.
Durante décadas se creyó que los sueños solo ocurrían en el sueño REM, cuando los ojos se mueven rápido y el cerebro parece despierto.
Pero el proyecto internacional DREAM demostró que también soñamos en el sueño profundo, cuando todo parece quieto.
Los investigadores compararon señales eléctricas y descubrieron que el cerebro sueña incluso sin estar medio despierto.
Según el neurocientífico Giulio Bernardi, “es como si el cerebro mantuviera una conversación silenciosa consigo mismo mientras dormimos”.
Cuando soñamos en fases profundas, el cerebro muestra actividad parecida a la vigilia. Los científicos llaman a este fenómeno “vigilia encubierta”: una zona gris donde el cuerpo duerme, pero la mente sigue creando imágenes, emociones y relatos.
Gracias al análisis de DREAM, algoritmos de inteligencia artificial lograron detectar cuándo una persona está soñando, sin que lo diga.
Por primera vez, la ciencia puede observar los sueños sin depender de los recuerdos, abriendo nuevas vías para estudiar el insomnio o las pesadillas.
Este hallazgo redefine qué significa estar consciente.
Si soñamos incluso en el sueño más profundo, tal vez la mente nunca descansa del todo.
Quizás, como sugiere el estudio, soñar sea la forma más pura de estar despiertos.