Un estudio con los llamados “Wellderly” (ancianos bien conservados) reveló algo sorprendente: no era su genética.
Tras analizar sus genes, los científicos vieron que no eran distintos al resto.
¿La diferencia? Más actividad física, mejor educación y vida social activa.
“Que no sea genético es liberador”, dice el cardiólogo Eric Topol. Significa que todos podemos mejorar nuestra salud al envejecer.
Solo 1 hora de entrenamiento de fuerza por semana puede reducir tu riesgo de muerte en un 25%. Además mejora el sueño, los huesos y tu salud mental.
Dormir bien y siempre a la misma hora = menos riesgo de cáncer, demencia y más. Salir al aire libre, socializar y controlar el estrés también son esenciales para tu longevidad.
Cuidado con los influencers que venden suplementos milagrosos. La ciencia real no tiene atajos.