La economía de EE. UU. crece, las bolsas baten récords… pero el empleo se estanca. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, lo resumió sin rodeos: “La creación de trabajo está prácticamente en cero.”
Las grandes corporaciones —Amazon, Microsoft, Goldman Sachs— automatizan a toda velocidad. Invierten miles de millones en inteligencia artificial mientras recortan miles de puestos.
La nueva ecuación: productividad sin empleados.
El PIB sube, las ganancias empresariales explotan y los despidos se celebran en la bolsa.
Por primera vez, el crecimiento económico no necesita de nosotros.
La automatización beneficia a los más ricos —accionistas y corporaciones—, mientras los salarios reales se estancan.
El país que inventó las máquinas para trabajar por él, descubre que podrían dejarlo sin trabajo.
Google, Meta, Amazon y Microsoft reducen personal y aumentan inversión en IA. Ya no buscan programadores: ahora entrenan modelos que hacen su trabajo.
“Podemos tener una economía próspera y, aun así, un mercado laboral débil.” La IA prometió liberar tiempo humano. Por ahora, solo está liberando empresas de su obligación de contratarlo.